Una de las primeras en vichar mi esp/acio/erpento, mi compañera de ruta en estos bailes de letras, me cuenta que se sorprendió del siguiente descubrimiento: yo también había "inventado" convergüenza. Dos gotas de agua. No me extraña. El autor ha muerto. Muerto el autor, se acabó la pesquisa. Y también la rabia, porque... para qué entonces andar esforzándose tanto en encontrar las filiaciones de las cosas que a uno se le ocurren, si varios podemos pasar por lugares cercanos. Qué importa quiénes más anduvieron por esos mismos derroteros. A menos que sea para encontrarse y canturrear la andanza. Mi tara encuentra excusas. Qué buenas estas coincidencias. Y más con una migota de este calibre. Parecido no es lo mismo. Pero es parecido. Pero no es lo mismo. Pero... Palabras que fueron mías. Y no. Acá las suyas/mías/¿tuyas? :
Yo piedra
Yo
Yo convergüenza
Yo convergüenza espero
Yo convergüenza espero días
Yo convergüenza espero días ajenos
convergüenza espero días ajenos
espero días ajenos
ajenos cuerpos ajenos
ajenos cuerpos ajenos pensamientos
ajenos cuerpos ajenos pensamientos hechos
ajenos cuerpos ajenos pensamientos hechos piedra
cuerpos ajenos pensamientos hechos piedra
pen samientos hechos piedra
Pía Olano
Días después, migota Ela lee esto y juega nos con otras, así:
In/sediciones
Suyas/mías/tuyas
tú ya no eres el dueño de estas palabras
tu ya desaforado amor no sirve
sirve no me
no me no
me sirve y no
bueno: me pongo de acuerdo
(me acuerdo y no me pongo de acuerdo con nada)
este esperpento
es per/o pento
(espanto, experto)
no me sirve yo
no me ya sirve
no tengo mucho tiempo para veleidades
suyas mías tuyas
sobre todo suyas
sobre todo mías
igual, tú ya no eres el dueño de mis sediciones
Ela
Sin título
Mi linda noche,
es simple
Estás acá
Hay un momento para nosotros
Salvame del ruido
P.V.
Canción
Un concierto de piano improvisado
Una letra de tango o un pasaje
del quijote o de onetti o de mi cama
Un paisaje de playa donde oigo
el rumor del aire enredado entre los nísperos
que soltaron mi infancia en una gota
Después Antonio Porchia y Borges y Cabrera
Una ventana donde vi la maravilla
una mano en el centro de mi nombre
que me empuja hacia el sur y más abajo
No vi que la boca del asombro
se asomara y con dos dientes me llamara
escuché la sucesión de un nombre
que parece ser el mío en las mañanas
merodeando en la boca de los tristes
después mi madre/ un infinito cigarrillo
de alguna forma todo pasa entre los labios
ahora me siento a compartir la espera
la u del aire encima de la sopa
los gritos de la tele
venidos de otros mundos miserables
a medida que mi sombra avanza
retrocedo con el cuerpo hacia el inicio
sin remedio sin principios sin ideas
hasta quedarme en un simple balbuceo
bajo la lluvia con la mano en el bolsillo
bajo a trabajar todos los días
me paseo del asombro a la miseria
sin pedirle una cifra a tantos sueños
y la noche se me vuelve incomprensible
un lenguaje secreto en otro idioma
es la historia de un hombre que me canta
su vida en la canción de medianoche
es el corazón del hombre que me escribe
los sueños que le entrego a la mañana
yo me ofrezco al amor y soy liviana
aunque llevo algunas tardes una bolsa
y soy el vagabundo que me abraza
entre alcoholes y casas incendiadas
estoy intacta después de haber nacido
y no te asombre si celebro la pobreza
y que la idea de otro mundo se deshaga
mientras fumo el cigarro de mi madre
es noble fumar sin mirar nada
ni hacia arriba donde se pierde la humareda
ni hacia abajo donde crecen y decrecen
los pequeños mundos de ceniza
Voy caminando para atrás
muy abajo del sol sin buscar nada
Paula Simonetti
excelente!!!
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